TALLER-ENCUENTRO LA POESÍA, CITY BELL - LA PLATA

lunes, 16 de febrero de 2015

2 Ana Cecilia Prenz Kopušar presentó Cruzando el río en bicicleta en Lo de Pallaoro, City Bell



          Y así fue, en City Bell, el sábado 18 de febrero desde las 18:30 hs., hasta llegado el nuevo día. 


(Cruzando el río en bicicleta, fragmento)
LA LENGUA 





 A mi hijo el profesor argentino de violín le pregunta:
–Tu papá es esloveno y tu mamá ¿de dónde es?
–Es argentina pero nació en Belgrado.
–Ah ¿es serbia?
–No, es argentina.
–No, es serbia. Si vos naciste en Italia, sos italiano. Yo nací en Argentina, soy argentino, por lo tanto, tu mamá, si nació en Serbia, es serbia.
Felipe se queda mudo y piensa. No comprende el razonamiento. Desde que nació su madre para él es argentina.
–¿Y qué lengua habla tu papá?
–Esloveno
–¿Y tu mamá?

–Español. Pero nosotros en casa hablamos muchas lenguas: yo con mi hermano hablo esloveno, con mi papá italiano, con mi mamá español y mi papá y mi mamá entre ellos hablan serbio. Y mi hermano con mi mamá español y con mi papá esloveno.
–Pero ¿tu mamá habla esloveno o serbio?
–Mi mamá habla serbio pero los eslovenos entienden a los serbios, y los serbios a los eslovenos.
–Ah, como nosotros con los peruanos.

Concluye el profesor. (…) 








(Cruzando el río en bicicleta, fragmento)

EX



           (…)A veces dialogo con Yugoslavia. Es simpática. Miramos el río. Me dice que todas las cosas acaban en algún momento. Cuando muere un ser querido, muere una parte de nosotros. Es así. Quedan los recuerdos. La nostalgia. Eso también es lindo: vivir en el recuerdo y en la nostalgia. Es una forma de ilusión, de placer, de consolación. Me río sola.
          –Eras absurda. ¡Cuántas cosas ilógicas te sucedían! Nos divertíamos. Nos queríamos. Creíamos. No en Dios, seguramente. En otras cosas. Menos fantasiosas. Quizás más simples. Disfruté de tu alegría. Tus ganas de compartir. Te entregabas sin reparo y me decías que te pertenecía. Y yo gozaba de tus olores, de tus certezas. Una vez viajaba en un tranvía. Iba a estudiar música. Uno de mis primeros viajes por la ciudad. Siempre con tu desorden. Todos amontonados. La gente subía en la estación de la Bajlonova Piaca, la feria ¿te acordás? De nuevo los perfumes. Los repollos grandes, frescos y el queso blanco que siempre probaba y que las campesinas ofrecían sonriendo. Un señor subió con un cerdo. Lo llevaba con los brazos alzados. No sabía dónde ponerlo. Estábamos todos apretados. Me miró. Me sonrió. Lo plantó sobre mi cabeza. Buscó mi condescendencia. Alcé los hombros y me quedé con ese sombrero. ¡Eras absurda!

          A veces lloro. Lágrimas contenidas. Plenas. Yugoslavia sonríe. Toma una botella. De aguardiente, naturalmente. Sirve, lenta, en los vasitos. Me mira a los ojos, brindamos.
          Se va.
 Cecilia Prenz y Leonor Arnao
 Cecilia Prenz, Vicky y Gabriela Pallaoro
                                           Cecilia Prenz, José María Pallaoro y Raúl Cadelli
José María Pallaoro, Cecilia Prenz y Fernanda Cañedo

Ronda


Ronda

José María Pallaoro, Dusan Kopusar, Cecilia Prenz y Julián Trovero

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